Capítulo 8.

*Narras tú*

 A la mañana siguiente, me desperté cansada por lo que sabía que venía a continuación: limpiar toda la planta de arriba, donde se encontraban las seis habitaciones con sus respectivos baños. Me preparé lo más rápido que pude, consiguiendo un nuevo récord, media hora.

 Bajé a desayunar, encontrándome con una grata sorpresa en la cocina: una señora de unos cincuenta años preparando, lo que parecía, la comida para todo el día. 

Yo: Buenos días.- La saludé amigablemente.

Señora: Buenos días.- Dijo sonriendo.- Debes ser (tn), la chica nueva. Yo soy Christina, la cocinera.

Yo: Encantada de conocerte, Christina.- Respondí al mismo modo que ella, sonriendo.- ¿Qué estás haciendo?

Christina: La comida para todo el día. No te preocupes por las cantidades, preocúpate por que el rubio no se la coma toda.

Yo: Lo tendré en cuenta.- Me senté en la mesa para descansar un poco, despertarme temprano en verano no es mi pasatiempo favorito, cuando un plato repleto de bacon y huevos fritos aterrizó en la mesa, servido por la agradable cocinera.

Comía tranquilamente mientras charlaba con Christina, era una señora realmente agradable, cuando bajó al chico que conocí como Zayn.

Zayn: Buenos días.- Saludó a Christina mientras le deba un cariñoso beso en su mejilla izquierda.

Christina: Buenos días querido.- Saludó esta amablemente. Zayn se sentó en la silla colocada justo en frente de mí.

Zayn: Buenos días (tn), ¿Te apetece venir con los chicos tus amigos y yo a dar una vuelta?

Yo: Ya dije ayer que no, Zayn, hoy me toca arreglar vuestras habitaciones.

Zayn: Por eso dijimos que hoy haríamos las camas. Aunque Harry no estoy muy seguro si la hará...

Yo: Ya, pero las cosas no se barren solas, pero ojalá.

Zayn: Bueno, júrame que si acabas pronto, vendrás con nosotros.

Yo: Lo juro de corazón.- Dije con mi mano derecha en alto mientras hacía una extraña cruz sobre mi pecho.

Zayn y yo seguimos desayunando mientras hablábamos de cosas triviales cuando bajaron Louis, Liam y Harry, los tres ya vestidos.

Harry: ¡CHRISTINA! ¡Cuanto tiempo, mi pequeña gran persona! ¡No sabes lo que te he echado de menos a ti, a tus bizcochos, a tus galletas...!

Yo: ¡No grites!

Harry: No grito, solo hablo fuerte.

Liam: Claro, lo que tu digas.- Dijo al mismo tiempo que bailaba con Christina una danza de salón. Louis estaba riéndose de la pequeña  escena que habían montado.

Louis: ¿Vendrás hoy con nosotros?

Yo: Lo siento, no puedo hoy. Tengo que trabajar.

Louis: Pero si nosotros hemos recogido las habitaciones.- Hablaba mientras se quejaba, no estoy segura de porque Harry le estaba molestando o porque yo no podía ir.

Yo: Lo siento de verdad, le dije antes a Zayn que cuando pudiese ir, iría, ¿cierto?

Zayn: Cierto.

Liam: Bueno, no podemos obligarla, tiene que trabajar.

Yo: Gracias, Luam

Liam: Es Liam.- Dijo riendose

Yo: Sí, eso, perdón.

Liam: No importa.

Seguimos hablando de las cosas que más les llamaron la atención de los sitios que habían visitado cuando vino Virginia. Hablamos un rato todos, parecía que se llevaban realmente bien aquí todos.

Empezamos a limpiar las habitaciones, dividiendo tres habitaciones a cada uno. A mí me tocó la de Niall, la de Louis y la mía. Empecé a limpiar la mía, aunque apenas había que limpiar, ya que había limpiado un par de días antes. Seguí con la de Louis, que había cumplido con su trato de hacer su cama. 

Iba hacia la habitación de Niall cuando escuché música de guitarra proveniente del interior.

Entré a la habitación y me encontré al rubio concentrado mirando por la ventana mientras tocaba una bella melodía en su guitarra. Este se giró lentamente. Me vio mirándole. Puso los ojos como platos y cuando se iba a levantar, se cayó del pequeño sofá en el que estaba sentado. Corrí a ayudarle.

Yo: ¿Estás bien?- Pregunté asustada.

Niall: Sí, genial.- Dijo mientras se ponía de pie.

Yo: -Giré la vista hacia su rodilla.- ¡Oh, no! ¡Estás sangrando!.- El puso la mirada en el mismo lugar que yo.

Niall: Bueno, no te preocupes, es solo una herida.

Yo: Pero se puede infectar. Venga que te curo, ven.- Le dirigí hacia el baño de su habitación, un espacio con las pareces blancas excepto una, que era azul, con una enorme cama, una chimenea y un escritorio; en el cuarto de baño, le curé la herida en silencio. Cuando subí la mirada

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Creo que me puedo empezar a acostumbrar a dejar con la intriga a la  gente, ¿no?

JAJAJAJ NO ME ODIÉIS, PLS, QUE TENGO MIS MOTIVOS.

Esos motivos son clases de matemáticas y la tengo en diez minutos, en cambio, aquí estoy, esforzándome al máximo, por vosotras.

Bueno, la pregunta, más que una pregunta es para que me recomendéis.

¿Otra novela que os guste? 

Bueno, besos, que llego tarde.

María :)