Capítulo 3. Viajes que marcan.

*Narras tú*
Acabé de ver la película y como era de esperarse acabé llorando. Siempre loo hace. Una cosa es que llore con las películas y otra es esta. Que ya la he visto como doscientas tres veces. Mi madre me llamó a comer. Algo raro: lasaña. Sólo la prepara cuando había algo importante que decir, y no creo que esta ocasión se salvase.
Nos sentamos todos a comer. La primera comida que teníamos todos juntos en tres largos años. Por fin tenía al hombre que más quiero a mi lado. A mi madre se la notaba que estaba bastante nerviosa.

Yo: ¿Pasa algo?- Pregunté metiéndome un trozo de lasaña en la boca.

Tm: Que no te vas la semana que viene. Te vas mañana. La otra chica se ha puesto enferma y tu vas allí.- Se bebió todo el agua que tenía en su vaso en ese momento, acto de nerviosismo. Al instante me atraganté con la lasaña y vino mi padre a rescatarme

Tp: Encima que nos abandonas mañana, te me mueres. O no.- Dijo dándome golpes suaves en la espalda.

Yo: No pasa nada, papá, gracias.- Acabé de comer lo más rápido posible para subir a mi habitación, la misma que estaría un año desierta. La extrañaría mucho. A ella y a toda mi vida aquí en España, donde vivo desde siempre. Acabé de recoger a las cinco de la tarde. Dos largas horas y doscientas maletas. Parece el nombre de una película mala.
Como acabé más pronto de lo que pensaba, decidí llamar a Clara para contar todo lo que me había pasado en estas seis horas.
*Inicio llamada telefónica*

Clara: Hola hola, caracola.- Dijo animadamente. Pobre, no sabía lo que esperaba.

Yo: Clara.- La que hablaba sin ánimo era yo

Clara: ¿Qué te pasa, peque?

Yo: Que me voy a Londres.

Clara: No me digas eso por favor, que me muero.- Dijo con tono de obviedad.

Yo: Mañana, cabeza de chorlito.

Clara: No (tn), te vas la semana que viene.- Me lo decía como si fuese un niño pequeño.

Yo: La otra chica que tuvo que ir.

Clara: ¿Y me vas a abandonar esta semana aquí?

Yo: Eso parece, querida.

Clara: Jo. Bueno entonces te veo la semana que viene en Londres. Me voy a preparar las maletas.- Dijo con tono deprimido.

Yo: Pero si tú te vas la semana que viene.

Clara: Sí, pero me gusta tenerlo todo ordenadito. Bueno, adiós

Yo: Chau

*Final llamada telefónica*

Acabamos de hablar a las seis de la tarde, pero estaba muerta de sueño así que me puse mi pijama y me quedé dormida.

AL DÍA SIGUIENTE

Me despertó mi madre a las ocho de la mañana. ¿A quién se le ocurre despertarse a esta hora en verano? A nadie. Me duché para despejarme un poco. A las nueve y media salí fuera, donde me esperaba mi madre y mi padre.
Montamos en el coche que me llevaría al aeropuerto. Espero que todo vaya bien allí, empezar una nueva vida. Yo nunca había sido de las que destacan. Más bien soy normal, la típica chica en la que nadie se fija. No quiero destacar demasiado, pero sí ser distinta. Nada de ser tímida. Ser yo misma desde el primer momento.
Con todo esto llegamos al aeropuerto. Me despedí de mis padres. Ellos dijeron que si necesitaba algo que les llamase, pero que tampoco estuviese todo el rato con el teléfono en mano. Me toman como dependiente hasta los cuarenta.
Embarqué a, gracias a mi madre, primera clase, fila dos, en el asiento de la ventana, aunque conociéndome, me dormiría al toque.
Estaba mirando por la ventana mientras me ponía música para tranquilizar el viaje cuando sentí que alguien me llamaba. Me giré para ver quién me llamaba y me encontré con un castaño de ojos celestes y sonrisa perfecta.
*: Hola, soy Louis.- Dijo en un inglés muy adorable.

Yo: Yo soy (tn). Encantada

Louis: ¿No sabes quién soy?- Ahora que lo dice, su cara si que me suena, pero no sé de que.

Yo: Sí, eres Louis, mi compañero de avión.- Respondí divertida

Louis: A parte.

Yo: Pues no, la verdad.

Louis: Bueno, mejor. ¿Que te lleva por mi bonito Londres?

Yo: Trabajo. ¿Y a ti por mi bonita Madrid?

Louis: Trabajo. ¿En que trabajas?

Yo: Voy a limpiar a casa de unos famosos. ¿y tú?- Me había caído bien

Louis: Es un secreto que tú no puedes saber.

Yo: ¿Si fuese otra persona me lo dirías?

Louis: Ya lo sabrías

Yo: Bueno, Louis, me voy a dormir. Cuando lleguemos, me avisas.

Louis: De acuerdo. Que descanses.- Este chico es adorable.
Con todo esto, caí dormida.

*Narra Louis*

Amo a las personas que no me conocen. Normalmente las que sí me conocen, se acercan a mí por interés. Sólo por el hecho de que sea famoso. Aquí ya no se puede confiar en nadie. No sabes si se interesa en ti o en quien eres. Pensando en esto yo también me dormí.

Me desperté con un zarandeo suave. La azafata me estaba avisando de que estábamos a punto de aterrizar. Avisé a (tn), como me había dicho y se despertó con una cara que era para hacer una foto.

Llegamos al suelo y me despedí de ella. No me dio tiempo de pasarla mi número de teléfono porque había muchas fans esperándome. Son lo mejor.
Me dirigí a otro avión a Dublín, donde estaban el resto de los chicos esperándome para dar otra entrevista.

*Narras tú*

Me había caido bastante bien ese chico, pero era bastante misterioso. Cogí mis seis maletas llenas de objetos personales y ropa y esperé a mi chófer.
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Giiiiiiiirrrrrlssss :) ¿qué tal todo? Espero que genial. Yo bueno, tirando. Mi madre me ha quitado el móvil y estoy demasiado incomunicada.
Espero que os guste la novela :3
Beeeeesiss